En muchas ocasiones, nos sentimos ignorados o rechazados en ciertos contextos. Sin embargo, según las enseñanzas del Transurfing, cuando le damos demasiada importancia a esta percepción, creamos un exceso de energía que desequilibra nuestra realidad. La clave para manejar estas situaciones está en reducir la importancia que les damos y permitir que la realidad fluya sin forzarla.
Cuando dejamos de preocuparnos por la opinión de los demás y nos enfocamos en nuestro bienestar interno, eliminamos la energía negativa que nos ata a esa preocupación. Nuestro valor no depende de la atención o la validación externa. Cuanto menos importancia le demos a la percepción de ser ignorados, más fácil será que la realidad se equilibre y que las relaciones fluyan naturalmente.
El Transurfing también nos recuerda que la realidad responde a nuestra vibración interna. Si deseamos ser aceptados, debemos primero alinear nuestra vibración con esa aceptación, creyendo que ya somos suficientes tal como somos. Al soltar la necesidad de control o de forzar una situación, dejamos que la intención externa haga su trabajo, y la realidad empieza a alinearse con nuestro estado interno.
Finalmente, debemos tener en cuenta los péndulos: esos sistemas de creencias colectivas que nos atrapan en dinámicas negativas. Si sentimos la necesidad constante de encajar o de ser aceptados, podemos estar alimentando uno de estos péndulos. Dejar de alimentar el péndulo significa soltar esa necesidad y actuar desde un lugar de confianza interna. Cuando hacemos esto, nos liberamos de las influencias externas y podemos avanzar sin cargas emocionales.
Hoy, reducimos la importancia que le damos a lo que otros piensan de nosotros. Hoy elegimos confiar en que la realidad se ajustará a nuestro favor, siempre que dejemos de forzarla.